martes

18. Panic Atak

Conocí a un chico. Normal. Lo juro, o por lo menos eso parece. No es un galán, pero tiene lo suyo. No es caballero, pero me abrió la puerta del auto. Tiene auto. No vive solo, pero está comprando un dpto. Tiene auto (es importante remarcar esto en épocas de tanto frío). Y en la primera salida no me quiso llevar a la cama, aunque yo estaba dispuesta a ir si me invitaba. Chateamos, hablamos por teléfono. Volvimos a salir, y ahí si que vino a mi cama pero porque yo se lo propuse. Estuvo bien. Bien es bueno para dos personas que recién se conocen y no saben como son. Además si hubiera estado excelente yo hubiera pensado que es un mujeriego imparable que sabe donde tocar a cada mujer para que explote. En cambio Bien me deja dos posibilidades, o cuando nos conozcamos mejor podrá llegar a ser un Muy Bien 10!; o cuando nos conozcamos mejor va a ser un Regular y tendré que dejarlo. Así que el Bien me da entusiasmo para embarcarme en una relación. Aunque inevitablemente aparece la paranoia: ¿me estará mintiendo? ¿Tendrá otra? ¿Qué hace solo un tipo así?. Esta paranoia esta justificada por la rama masculina de mi familia. Mi abuela, que era diez años menor que mi abuelo, tuvo dudas acerca de su fidelidad y decidió publicar un aviso con el anuncio del compromiso por si las moscas. Nadie apareció, pero diez años mas tarde, en su lecho de muerte, una mujer con una criatura de 15 en brazos apareció para presentarle a su hijo antes de que se muera. Por otra parte mi papá estuvo saliendo con su secretaria en reiteradas ocasiones, hasta que finalmente mamá lo dejó. Con estos antecedentes no importa lo que digan, yo siempre voy a pensar lo peor. Y cada vez mas me doy cuenta que cualquiera con quien estas hablando mientras te escucha trata de descubrir en que le estas siendo sincero y en que le estas verseando. ¿Ven? Es increíble pero a esta altura pienso que la verdad, la verdad pura, está perdida. Solo nos queda esperar poder creer en algo un poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario